Dentro del ámbito de las corporaciones, y más precisamente en las áreas de Recursos Humanos, han surgido en el último tiempo dos nuevos conceptos: reskilling y upskilling.
Así como lo ven escrito, aparece por todos lados cuando hablamos de desafíos en la capacitación de personal que se han presentado a raíz de la pandemia que atravesamos y que llegaron para quedarse.
Se trata de nuevos términos que debemos traducir al español, y digo debemos porque sí tienen equivalentes en nuestra lengua madre y que si, los utilizáramos con la misma frecuencia con que se usa en inglés, no sólo estaríamos dignificando nuestro lenguaje sino que estaríamos haciendo el concepto mucho más claro para millones de personas hispanohablantes.
Entonces, como traductores, ¿qué hacemos cuando nos encontramos con estas nuevas palabras?
Primero y fundamental, saber de qué se trata. Recordemos el contexto: estamos en el mundo corporativo, dentro de las áreas de Recursos Humanos. Con esto en mente, averiguamos que, en ambos casos, se trata de dotar a los empleados de nuevos conocimientos. La diferencia entre ambos conceptos está en el objetivo de la formación: mientras que el upskilling busca enseñar a un trabajador nuevas competencias para optimizar su desempeño, el reskilling busca formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la empresa. Estos procesos sirven tanto para el empleador, que no necesita contratar nuevo personal para suplir sus necesidades, como para los empleados, quienes adquieren una actualización de sus conocimientos y se mantienen atractivos para el mercado laboral.
Ya tenemos en claro los conceptos, ahora, a traducirlos. Antes de imaginar una traducción propia, tenemos que investigar si en el sector ya hay un término acuñado que resulte familiar a las personas que trabajan en esas áreas y utilizan el término.
El resultado de esta investigación fue que, como se trata de una nueva tendencia, no hay un término en español único, y se utilizan diferentes variantes. En este caso, analizamos si, entre las que existen, hay alguna que nos parezca la más adecuada. De no haberlo, sí avanzaremos con nuestra propia versión.
Para reskilling, la propuesta que encontramos es reconversión o actualización de aptitudes o habilidades. Nuestra versión debe adaptarse entre estas propuestas al contexto pero actualización de aptitudes es una buena opción.
Para upskilling, la propuesta que encontramos es perfeccionamiento profesional. Analizando el significado del término, nos parece también esta una buena opción.
Cuando aplicamos ambos términos en nuestra traducción, estos conceptos quedan perfectamente claros para un destinatario cuyo idioma es el español. Hemos cumplido nuestro objetivo.
Vieron así un pantallazo de cómo trabajamos en traducción con nuevos términos que surgen día a día, ya que la lengua es sumamente dinámica. Debemos estar conscientes de este movimiento para mantenernos curiosos, flexibles y actualizados.
Dejo como siempre la entrada abierta a sus comentarios. ¡Los leo!
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