¿Estás por migrar, presentar papeles en una universidad extranjera o iniciar un trámite legal fuera del país? Antes de mandar a traducir tus documentos, hay algo que necesitás saber: no todas las traducciones son iguales. Y usar el tipo equivocado puede traerte demoras, rechazos o la necesidad de hacer todo de nuevo.
En este post te explico, de forma sencilla, cuándo necesitás una traducción certificada y cuándo una traducción pública o jurada, según el país y el tipo de trámite que estés por hacer.
¿Qué es una traducción certificada?
En los países angloparlantes —como Australia, Irlanda, Malta, Canadá o Estados Unidos— el término más común es certified translation. Es similar, aunque no idéntico, a lo que en Argentina o España llamamos traducción pública o traducción jurada.
Una traducción certificada es aquella que incluye una declaración firmada por el traductor profesional, en la que este afirma que el texto es una traducción fiel, exacta y completa del documento original que tuvo a la vista. Esta certificación se coloca al pie de la traducción y debe incluir:
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Los datos completos del traductor
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Firma (digital o manuscrita, según el caso)
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Respeto del formato original del documento, en la medida de lo posible
En general, si tu documento está en español y va dirigido a una entidad educativa o gubernamental de un país angloparlante, probablemente necesites una traducción certificada.
Por ejemplo:
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Certificados de estudio para aplicar a universidades en Canadá
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Partidas de nacimiento o matrimonio para trámites migratorios en Irlanda o Australia
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Constancias laborales o bancarias para visados de estudiante o residencia
En el caso de Estados Unidos, la traducción certificada debe ir acompañada por un texto específico que actúa como declaración jurada del traductor. Por eso, siempre conviene contar con una profesional con experiencia en este tipo de trámites.
¿Y cuándo necesitás una traducción pública (o jurada)?
Si tu documentación va a ser presentada ante un Tribunal, Juzgado o cualquier dependencia del Poder Judicial, la exigencia cambia.
En este caso, la traducción debe ajustarse a las normas de traducción pública vigentes en Argentina, lo que implica:
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Ser realizada por un traductor público matriculado en un Colegio de Traductores
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Usar el formato y la fórmula de cierre exigidos por el Colegio de la jurisdicción correspondiente
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Incluir la firma y sello del traductor matriculado
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Ser legalizada en el Colegio de Traductores y luego apostillada por la Cancillería argentina
Este tipo de traducción se exige, por ejemplo, cuando:
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Presentás documentación como prueba en un juicio en el exterior
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Tenés que traducir una sentencia o un fallo judicial para ser ejecutado fuera del país
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El trámite requiere validez legal certificada y reconocida internacionalmente
En resumen: ¿cuál necesitás?
Tu documento va a... | ¿Qué tipo de traducción necesitás? |
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Universidad en Canadá o Australia | Certificada |
Solicitud de visa en Irlanda o Malta | Certificada |
Presentación en un Tribunal o Juzgado | Pública (jurada) |
Trámite ante un Ministerio o Cancillería | Pública (jurada) |
USCIS (Inmigración EE.UU.) | Certificada con texto específico |
¿Dudas? Mejor consultar antes
Cada país y organismo puede tener sus propias exigencias, y no siempre lo explican con claridad. Por eso, lo mejor es consultar con tiempo y elegir una traductora profesional que conozca los requisitos específicos del destino.
Si necesitás ayuda para determinar qué tipo de traducción necesitás o querés que nos encarguemos de todo el proceso, escribime y lo vemos juntos.
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