Los acelerados avances de la tecnología traen a nuestra realidad nuevas circunstancias, nuevos elementos y entes con los que debemos familiarizarnos, a veces más temprano que tarde.
Este es el caso de las monedas digitales, que habían comenzado a nombrarse tímidamente hace unos años pero que en este 2021 son un término corriente en cualquier plataforma de noticias sobre economía.
Se trata de monedas virtuales o digitales, es decir, no interviene ningún billete o moneda físicos. Satoshi Nakamoto es el creador de la más conocida de ellas, el Bitcoin. A partir de su popularización, pareció que los términos Bitcoin y criptomoneda serían sinónimos. Pero no fue así. Con el tiempo empezaron a surgir monedas digitales alternativas y de a poco el término genérico criptomoneda fue ganando terreno.
Con la difusión del tema, apareció entonces la necesidad de su traducción. En muchos primeros textos en español, figuraba el término en inglés cryptocurrency, pero a decir verdad, no es una pronunciación cómoda para los hispanohablantes. Si sabíamos que el vocablo currency significa "moneda" o "divisa", esa parte de la palabra podía reemplazarse sin mayor complicación. Surgieron entonces las primeras opciones: crypto-moneda, crypto-divisa. También se probó la viabilidad de cripto-moneda y cripto-divisa, siempre manteniendo el guión medio a modo de formar una grafía que llame la atención: después de todo, se trataba de una nueva y disruptiva forma de intercambios económicos.
¿Qué sucedió entonces? Ante la duda, las fuentes hablaron: desde la Fundación del Español Urgente, asesorada por la Real Academia Española se informó que criptomoneda es una traducción perfectamente válida del inglés. El elemento "cripto" ya se encontraba dentro de nuestro idioma nativo y nos lo ejemplifica con el conocido término criptografía. Por lo cual no se ve ninguna oposición a unirlo a los términos "moneda" o "divisa".
Vemos así un ejemplo más de los tantísimos que existen cuando hay una transformación o creación tecnológica disruptiva cuyo nombre, cualidad o acción debemos traducir al español. Como siempre, espero sus sugerencias para conocer más casos en los que debimos poner un nombre a las nuevas tecnologías. ¡Los leo!
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