Estuve un tiempo reflexionando sobre dos notas que leí en la revista Forbes. Las dos invitan a la deliberación y de alguna manera pude ver cómo se relacionan.
En esta entrada me voy a referir a la primera de las notas, pueden leerla a través del enlace que inserté en su título: Female CEO
Se trata de una empresaria quien, en su presentación en LinkedIn, la conocida plataforma profesional, escribió: “I am a f̶e̶m̶a̶l̶e̶ founder.” Para los hispanohablantes: "Soy una mujer fundadora". En forma completamente intencionada tachó la palabra mujer con el objetivo de no ser encasillada. Tiene de su lado que en el idioma inglés los sustantivos carecen de género asociado. El término "founder" puede aplicarse tanto a hombres como a mujeres. Si quisiéramos hacer lo mismo en nuestro idioma español, deberíamos dar alguna vuelta a las palabras, podríamos optar por "me dedico a fundar empresas/crear emprendimientos" o "mi función/trabajo es promover emprendimientos/negocios".
Qué maravilla cómo el lenguaje nos permite expresar nuestra intención. Por supuesto, debemos tomarnos el trabajo de encontrar las palabras que mejor se adecuen a nuestro propósito.
En el caso de Ashley Sumner, la empresaria en cuestión, hizo visible un tema que, en mi opinión es muy sensible. El encasillamiento, el etiquetado en el caso de ser mujer. ¿Por qué debe aclarar que es una mujer fundadora si los hombres no lo hacen? Su intención es que la atención se centre en su trabajo, no en su género.
Como tantas otras personas, quiero abogar por una cultura inclusiva que aliente el potencial de las personas en todos los ámbitos. Por eso, en este tema en particular, quisiera hacer honor al título de este blog con mayor énfasis: "Driving words" y ser la conductora de palabras que acerquen y no que pongan etiquetas y dividan.
Entiendo la intención de la empresaria: en el momento en que uno mismo se etiqueta como fundadora "mujer", se autolimita a este título. Y, especialmente en el mundo laboral, ¿no es el género irrelevante a la naturaleza del trabajo y la capacidad de cada persona para llevarlo a cabo?
Por otro lado, hay quienes defienden la inclusión del término "mujer". Su argumento no es menor: es una forma de destacar que no es habitual encontrar a mujeres en esta tarea a la vez que envían un mensaje a otras mujeres para animarlas sobre lo que pueden lograr.
Siento que ambas posturas son válidas, y, en definitiva, considero que cada una de nosotras debería pensarlo. Deberíamos pensar si "fundadora mujer" desafía el status quo o lo refuerza. Deberíamos pensar en qué situación conviene encasillar o no.
Justamente aquí es donde se relaciona esta nota con la otra que les comentaba al principio y sobre la que voy a expresarme en la próxima entrada.
Como siempre, espero sus comentarios, es realmente un tema que me apasiona y todas las voces y opiniones son siempre bienvenidas.
Comentarios
Publicar un comentario